Muchos ya volviendo de
vacaciones o a punto de terminarlas, habréis tenido la sensación de que el
móvil se queda corto para hacer fotos…como Dios manda.
No voy en pisar ese charco,
pero si estoy seguro de que a muchos les pica la “necesidad” de hacerse con una
digital y hacer fotos como los profesionales…o casi.
La decisión de comprar una
cámara es complicada, porque son muchos los factores a tener en cuenta. Vamos a
ver si nos aclaramos:
Lo primero, tal como está el
patio, el precio es muy importante. Y podemos caer en la tentación de tirar la
casa por la ventana: “Una réflex de primera marca con muchos megas y objetivos
de lo mejor” no nos fallará y es lo que nos merecemos…pero ojo ¿Has pensado
bien que tipo de fotografía vas a hacer? No es lo mismo hacer paisajes que
retratos o bodegones y, no nos engañemos, de todo no vamos a hacer. Además, el peso, el volumen, la indiscrección,
el cuidado que hay que tener…puedes terminar usando de nuevo el móvil.
Primer consejo: Medita bien el uso que vas a dar a a
tu cámara. Deja abiertos caminos a
explorar pero no tantos como para perderte.
Bien, ya te has decidido,
ahora vamos a ver que nos ofrece el mercado. ¿Cómo quiero que sea mi cámara?
Quiero que sea pequeña y no pese. Vale, tenemos un montón de compactas que se llevan en el bolsillo y tienen prestaciones
impresionantes, pero eso ya lo tiene el móvil. Lo que no tiene son controles
manuales, que te permiten hacer a tí la foto y no el japonés que lleva
el Smartphone dentro. Exposición, enfoque, zoom óptico (los digitales no son
zooms sino un “recortador” de imágenes), visor, son características que te
independizan de los automatismos y te van soltando en este asunto del “retratismo”.
Antes de saltar al campo de
las réflex veamos dos clases intermedias,
las bridge, y las EVIL, que sin tener las prestaciones y la calidad de
aquellas, cuentan en sus filas con autenticas joyas, que se cobran a precio de
réflex, por cierto. Son manejables y los resultados sorprenden por su calidad.
Las EVIL disponen de objetivos intercambiables y todos los controles manuales o
programables. Pero ya hay que decir que las bridge (no así las EVIL) no dan la calidad de una réflex,
sencillamente porque el sensor es de menor tamaño. Entonces, ¿dónde está la
diferencia con una compacta? En que al
ser más grandes, permiten la incorporación de ópticas de mejor calidad y…algo
se gana, pero es falso que la calidad sea “intermedia”, en general se acerca a
la de las compactas, salvo alguna que puede calificarse de “capricho”. Y los
caprichos se pagan.
Y si estamos decididos a pagar,
pues una réflex colmará nuestros deseos…pero hay muchas…No sólo de Canon y
Nikon vive el Hombre.
La calidad de una imagen
digital es la resultante del equilibrio tamaño
del sensor (los dichosos megapíxeles)-calidad de la óptica.
Sensores FX y DX. Ande o no ande, el sensor grande.
Pero ojo con las cantidades
ingentes de megas a precio de saldo. Pueden ser interpolados, presentar
aberraciones, etc. Desconfía (en esto también) de los chollos de marcas “nisu”.
Además hay otra trampa: Comprar una cámara de 30 megas si no se es un
profesional que le va a sacar rendimiento, es un disparate porque ¿Sabes el
disco duro que vas a necesitar para guardar tus imágenes y la potencia de procesador
necesaria para gestionar ese volumen de datos?. Más de uno se ha tenido que
comprar otro ordenador …en vez de ese tele para fotografiar buitres que le
hacia tanta ilusión.
¿Y el vídeo? Imprescindible
aunque no lo vayas a usar e inevitable porque todas las de cierto nivel lo
incorporan. Yo hubo un tiempo que opinaba que “las de foto para hacer fotos y
las de vídeo para hacer vídeo”. Pero como en tantas otras cosas…me he tenido
que rendir a la evidencia. Las DSLR lo hacen todo bien. Foto, vídeo, geo
posicionamiento… y no descarto que alguna te dé la buenaventura.
Y nos olvidamos las
aventureras, que puestas en el casco te reproducen los movimientos de una
bajada por el Sella y nos hacen recordar aquello de las constantes perceptivas
que tiene nuestro cerebro y no las cámaras. Bromas aparte son un segmento
interesante pero limitado a unos usos muy concretos.
Y llegados a este punto espero
no haber aclarado nada, porque esto de comprarse una cámara es más difícil que
poner de acuerdo a dos políticos (españoles).
Y si quieres saberlo todo del
tema, dos de mis e-book “Luz, Smartphone, ¡Acción!” y “Domine su cámara digital” os vendrán que ni pintados.
Seguiremos informando.
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